Ante
las recientes informaciones publicadas por la prensa sobre el llamado “caso
Bárcenas”, que no hacen sino evidenciar que el gobierno de Rajoy y el propio
Partido Popular están corruptos hasta la médula y son el agente directo del
gran capital y la banca, y sobre todo tras las últimas declaraciones del
Secretario General de nuestro sindicato, Ignacio Fernández Toxo, los delegados
de CCOO en SDS entendemos necesario dejar bien clara nuestra postura al
respecto.
El
pasado 22 de julio de 2013, Toxo hizo unas declaraciones en las que dijo cosas
como “yo prefiero creer al Presidente del Gobierno que a una persona que está
en la cárcel”, además de afirmar que unas elecciones anticipadas no son
deseables, e insistir varias veces en que esta situación se debe resolver en el
parlamento, obviando lo que el pueblo tenga que decir teniendo en cuenta que
nuestro sistema democrático no le da más voz, más allá de las elecciones cada
cuatro años, que la movilización y la contestación social.
En
respuesta a esto, los afiliados y delegados de CCOO en SDS queremos
desmarcarnos de las declaraciones de nuestro Secretario General y dar nuestra
opinión:
¡LOS
DERECHOS SE DEFIENDEN LUCHANDO!
Resulta
inadmisible que en una situación como la actual, en la que el conjunto de los
trabajadores estamos siendo víctimas de los mayores ataques a nuestros derechos
laborales y condiciones de vida, desde la dirección de nuestro sindicato se
lancen salvavidas a un gobierno que hace aguas por méritos propios. Asimismo, nos
parece de vital importancia para los intereses de la clase trabajadora la
dimisión, no solo del presidente, sino del Gobierno, dada la implicación de
la práctica totalidad de la cúpula del PP en el asunto de los sobresueldos y la
financiación ilegal de su partido, así como la convocatoria de elecciones
anticipadas. No se puede ignorar que al igual que hay corruptos, hay
corruptores, y estos no son otros que las mismas grandes empresas que nos
explotan, y que influyen directamente en aquellos que legislan nuestras
condiciones laborales a través de donaciones económicas o de puestos en
consejos de administración al terminar el mandato. La corrupción es mucho
más que alguien que cobra sobresueldos en dinero negro. El escándalo de los
donativos de grandes empresarios al PP y los sobres van mucho más allá de las
infracciones legales que hayan podido cometer; es la confirmación del vínculo
orgánico entre el PP y los grandes banqueros, empresarios y terratenientes. Son
ellos los que mandan en este partido y determinan su programa. Detrás de las
“donaciones” y de los sobres hay mucho más que la concesión de tal o cual obra
pública para tal o cual empresa; está la brutal política de recortes sociales,
las contrarreformas en sanidad y en educación, la legalización del fraude
fiscal para los millonarios, etc. Así es la “fiesta de la democracia”
capitalista: Quien paga, manda.
NECESITAMOS
UN SINDICALISMO DE CLASE, DEMOCRÁTICO Y COMBATIVO
Lamentablemente
no estamos ante un problema puntual o unas declaraciones desafortunadas por
parte del Secretario General de nuestro sindicato, sino que forma parte de la
estrategia que desde la dirección de nuestros sindicatos se está manteniendo:
Hacer llamados a pactos sociales en vez de organizar un movimiento contundente
de respuesta en la calle. Lamentablemente las direcciones de UGT y CCOO ya han
demostrado adónde nos lleva su defensa de la paz social y el consenso. Su
aceptación de la lógica del mal menor y del chantaje permanente al que los
empresarios y la banca nos someten día a día, se ha traducido en la firma de
miles y miles de despidos en la banca, en Iberia, en la función pública, etc.
Incluso en la aceptación de la prolongación de la edad de jubilación. Esta política
provoca que nuestros sindicatos, lejos de fortalecernos a los trabajadores,
envalentonen a los empresarios, ya que la debilidad invita a la agresión. Para
los trabajadores es mucho lo que está en juego, y sólo con una lucha seria,
decidida, masiva y continuada en el tiempo podremos hacer frente a la ofensiva
que los empresarios, los banqueros y el gobierno del PP han desatado contra
nuestra clase. Pese a todo CCOO y UGT no son patrimonio de su cúpula
dirigente, sino de todos los trabajadores que durante años los construimos para
contar con una herramienta que nos resulta indispensable y con la que
conseguimos todos los derechos y conquistas sociales que hoy la banca y la
patronal nos quiere volver a quitar, y sólo con nuestra organización y nuestra lucha
podremos defendernos de los que quieren hacernos pagar la factura de la crisis
que los especuladores y grandes empresarios han generado.
¡SÍ
SE PUEDE!
No
necesitamos sindicatos nuevos, sino que nuestras organizaciones defiendan un
sindicalismo combativo, de clase y democrático, que responda a los ataques a
través de la unificación de todos los sectores en conflicto, que unifique la
lucha contra la corrupción y la lucha contra los recortes, que asuma que los
derechos se defienden luchando y los ataques se paran en la calle y no en los
despachos.
Es
necesario organizar un fuerte movimiento por abajo, desde los comités de
empresa, secciones sindicales, afiliados y delegados sindicales, para
reivindicar el sindicalismo que necesitamos los trabajadores: Uno basado en la
lucha, en la participación de los trabajadores a través de asambleas
democráticas que permitan a la base del movimiento decidir, y en la defensa de
un programa que vincule el rechazo a todos los retrocesos con el combate por
cambiar la sociedad, por el socialismo.
Por
todo esto, los delegados y afiliados de CCOO en Sadiel Desarrollo de Sistemas
hacemos un llamamiento a las direcciones de CCOO y UGT a que cambien de rumbo
plenamente tanto su discurso como su estrategia sindical, y se hagan eco del
clamor de las movilizaciones sociales que los recortes y la corrupción están
provocando, y del sentir mayoritario de los afiliados que día a día luchamos
por un sindicalismo de clase en nuestras empresas y en las movilizaciones. Es
necesario que nuestros sindicatos lleven a cabo un plan de lucha, en
conjunto con otros sindicatos, organizaciones, plataformas y movimientos de
izquierda, que incluya movilizaciones y una nueva convocatoria de huelga
general para exigir la dimisión inmediata del gobierno y la convocatoria de
elecciones generales, y reivindicar la formación de un gobierno con un
programa verdaderamente de izquierdas:
- Poner fin a los recortes sociales.
- Nacionalizar la banca para que los recursos se destinen a las necesidades de la mayoría de la sociedad y no para que una minoría especule.
- Contra los despidos y el paro: Nacionalización de las empresas que amenacen con cierres o ERES y derogación de las medidas antiobreras aplicadas en los últimos años.